Sobre "100 Miradas agudas a través del metal colombiano"

“Quien desconoce la historia, está condenado a repetirla”, esta frase, atribuida al militar francés Napoleón Bonaparte, condensa en buena parte la intención del libro. A veces para tratar de explicar algo es mejor empezar por decir lo que no es ese algo. “100 MIRADAS…” no es la historia del Metal Colombiano, no es la recopilación de las portadas más importantes, no es una cátedra ni mucho menos un dogma. Simplemente es un documento que pretende dejar testimonio de las imágenes que complementaron la propuesta musical de determinado grupo o músico. Como toda selección, se trata de un ejercicio subjetivo en el que el resultado final ciertamente puede no ser plenamente compartido.

“100 MIRADAS AGUDAS A TRAVÉS DEL METAL COLOMBIANO”, es un título que puede sonar pretencioso, altivo y hasta cierto punto, disonante. Para tratar de aclarar un poco el asunto, decidimos incluirle una entradilla en la que se aclara un poco de lo que va el material. “Acercamientos visuales a los sonidos extremos nacionales”. Es un material más visual que textual.

La idea nació de Juan, aunque a él no le gusta ser llamado por su nombre, se siente más a gusto con su apodo “Bolachs”. Desde hace un tiempo tenía la idea de plasmar en un libro las portadas de algunos trabajos hechos en Colombia desde que el Metal llegó a nuestro país a mediados de la década del 80 en el siglo pasado. Socializamos ideas, conceptos y por supuesto, posibles candidatas para formar parte de la selección final. Esa parte del proceso duró aproximadamente dos meses, tiempo en el que hicimos llamadas, enviamos correos electrónicos a las bandas o músicos que considerábamos podían hacer parte del texto.

La intención fue utilizar la portada original, dado que muchos de esos trabajos han tenido varias reediciones en las que la portada ha sido modificada o incluso cambiada

Algunas bandas respondieron agradecidas por ser tenidas en cuenta, otras, simplemente ni siquiera se tomaron el trabajo de contestar. De ahí de que con toda seguridad muchas portadas quedaron por fuera, somos conscientes de eso, pero hicimos lo posible para que todos los que deberían aparecer, supieran que íbamos a editar el libro.

En esa parte del proceso también tuvimos, en algunos casos, problemas en la consecución de las imágenes, bien fuera porque no existen archivos digitales o porque las copias físicas no estaban en las mejores condiciones. La intención fue utilizar la portada original, dado que muchos de esos trabajos han tenido varias reediciones en las que la portada ha sido modificada o incluso cambiada.  Para darle más autenticidad al material, acordamos estandarizar el formato de la imagen, notándose, en algunos casos, intencionalmente, claro está, el formato original de la grabación (LP, CD o CASETE) en cada una de las portadas.

En ese orden de ideas también acordamos no incluir reseña de la banda o el músico, hicimos una ficha técnica en la que figura el nombre de la banda, la ciudad de origen, el año de aparición y el formato original del trabajo, el sello que lo prensó y el nombre del diseñador o ilustrador de la portada.

Listas las 100 imágenes, lo siguiente fue establecer el orden de las portadas. Punto complejo, pues podríamos herir susceptibilidades (Está bien, egos) si jerarquizábamos el material. La salida más sencilla fue ordenarlo alfabéticamente. Asunto arreglado. 

Algunas bandas respondieron agradecidas por ser tenidas en cuenta, otras, simplemente ni siquiera se tomaron el trabajo de contestar

Para la portada del libro queríamos algo diferente. Algunos conocidos que se dedican al diseño gráfico nos ofrecieron su trabajo, ilustraciones llamativas pero llenas de lugares comunes dentro del Metal y clichés como calaveras, cruces y demás. Precisamente lo que queríamos evitar, para darle otro contexto al material. El trabajo de diseño estuvo a cargo de un amigo que plasmó en esa imagen la intencionalidad nuestra. El número 100 tiene los dos ceros encerrados en un rectángulo, dando la idea de ser un tornamesa y un CD a la vez. Los colores asimilan un LP clásico.

Así más o menos fue el proceso de producción de 100 MIRADAS AGUDAS A TRAVÉS DEL METAL COLOMBIANO, un material que se puede considerar original dado que sobre el Metal Colombiano si bien no se ha escrito mucho, lo que se ha hecho ha sido más textual, a manera de ensayos.

Por fortuna el Metal Nacional sigue produciendo material, cada vez mejor, no solo musicalmente, también ha mejorado el proceso completo de la creación: Mejor sonido, mejor trabajo visual y mejores canales de distribución, logrando así que más gente conozca los sonidos extremos que se hacen en Colombia.

Estamos seguros de que habrá oportunidad de editar más material de este tipo para enriquecer los archivos y para evitar caer en la frase que dijo Napoleón Bonaparte.