Antes de las historias de amor o desamor que comúnmente se cantan, la salsa se hizo con el dolor espiritual del desarraigo africano, el despojo indígena y el exilio europeo, llevando siempre la pregunta sobre para qué estamos aquí en el mundo. No es necesario que nos lo diga explícitamente, sólo basta con escuchar y poner mucha atención en los efectos melancólicos que provoca esta música, al mismo tiempo que nos invita a bailar.