Será imposible que las artes aporten a un verdadero cambio político sin una introspección profunda y acción inmediata por el reconocimiento y compensación de las contribuciones de las personas de ascendencia Africana e Indígena como punto de partida. El racismo y la discriminación también habitan en la médula social de Latinoamérica plenamente y esto de debe ser reconocido y erradicado como tal.